lunes, 31 de diciembre de 2012

Encontrar un amor 2.0

El amor virtual no tiene piel. En todo caso tiene una promesa de piel. No entra por los sentidos, sino a través de la imaginación. Tiene la cara que imaginamos o la que quiere que imaginemos. Sabemos poco de él, y lo poco que sabemos tal vez no sea verdad.

Encontrar el amor en internet es más fácil que encontrarlo en persona. Ya se sabe, mayor número de candidatos, más posibilidades. Y si la búsqueda de ese amor se realiza a través de una web para encontrar pareja especializada, más fácil aún, pues encima nos garantizamos un algo componente de compatibilidad.

Pero tras esa primera instancia lleva esa pequeña travesía por el desierto que va del instante en que encontramos el amor al momento en que tenemos nuestra primera cita con él/ella. Y ese limbo en el que no podemos estar seguros de lo que sabemos, en que todo puede ser verdad o tratarse de una broma cruel, es sin duda la etapa más dura de las relaciones virtuales.

¿Quién nos garantiza que ese amor 2.0 que a través del chat nos asegura que nos ama no esté tecleando esas mismas palabras en otro canal de esa web para encontrar el amor?¿Cómo saber si realmente está divorciado/a, pese a sus promesas, y no está girando cada dos minutos la cabeza con miedo a ser descubierto/a por su pareja legítima? Esas y muchas más dudas nos asaltan en esos momentos, y sin embargo no consiguen impedir que el sentimiento que ha nacido en nosotros crezca y crezca cada día. Y con él el miedo...

El amor virtual no tiene presente. Vive instalado en un futuro pluscuamperfecto que sólo nos atrevemos a conjugar en condicional.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Encontrar un viejo amor en internet

Leo esta mañana una de esas encuestas cuya finalidad última se me escapa, pero que no deja de ser curiosa. Su enunciado dice así: 

Un 27 por ciento de los inernautas usa la red para intentar encontrar y reconquistar un antiguo amor.

Es un dato que resulta tan encantador como paradójico. Una persona soltera se sienta frente al ordenador con todo internet a su disposición, pudiendo contactar con docenas de millones de personas que también quieren encontrar el amor en internet... y lo que hace es teclear el nombre de un/a antiguo/a novio/a con el indisimulado objetivo de concederle una segunda parte a una historia de amor que caducó. 

A mayor abundancia, se ve que esa misma pauta de introducir en primer lugar el nombre de viejos amores la sigue un importante número de usuarios de las webs para encontrar el amor, de tal manera que su primera búsqueda no va encaminada a encontrar alguien compatible con quien iniciar una relación de cero, sino a constatar si está bajo el mismo techo virtual que algunas personas que fueron importantes para su corazón en el pasado.

Esto me lleva a pensar que en el amor siempre hay un mucho de nostalgia pugnando por salir a flote, que tendemos a pensar que cualquier amor pasado siempre fue mejor y que si nuestras viejas historias de amor no llegaron a buen puerto fue debido a fatalidades que nada tenían que ver con cosas como que érais totalmente incompatibles.

Lo paradójico del caso es que una tecnología pensada para conocer gente nueva y que en el caso de las webs para encontrar el amor facilitan en gran manera la búsqueda de personas compatibles para iniciar una nueva relación, acabe sirviendo para dar salida a una vieja añoranza.

Me quedo con las ganas de saber qué pasa con aquellos internautas que finalmente consiguieron contactar con un viejo amor y reverdecer sentimientos antiguos. ¿Salió bien? ¿Habían idealizado algunas cosas? ¿Es esa persona como la recordabas?

Si alguien ha tenido una experiencia similar, sería bonito que la compartiera.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Encontrar un amor a la carta en internet

No es un secreto que a la hora de encontrar el amor internet es una herramienta de utilidad incalculable, máxime si canalizamos toda la potencialidad del ciberespacio a través de una web para encontrar el amor.

En las mejores páginas de dating es factible elegir a priori el tipo de persona que queremos encontrar (ordenado, fiel, sincero, soñador...), como si más que de encontrar el amor se tratase de elegir algún sofisticado artículo.

Ello nos lleva a la necesidad de racionalizar a priori el tipo que persona de la que nos gustaría enamorarnos. Dicho de otra manera, en la vida real primero conoces a la persona y luego decides que las cualidades que atesora resultan de tu agrado. Encontrar el amor en internet te obliga primero a pensar en las cualidades y luego buscar a la persona que cuadre con ellas.

¿Y cómo sabemos qué cualidades queremos que tenga la persona con quien queremos encontrar el amor en internet?. En ese sentido me gustaría tirar del conocido proverbio: "Ten cuidado con lo que deseas, porque puede hacerse realidad". Y lo digo porque a lo mejor creemos tener muy claro que nuestro/a candidato/a para encontrar el amor debería ser una persona sincera, pero luego puede resultar que -comenzada la convivencia- no nos gusta que nos diga las cosas que piensa en cada momento. O puede llegar un momento en que nos hartamos de que nuestra pareja esté todo el día soñando con las musarañas y preferiríamos a alguien con un mayor sentido práctico.

Y tú, ¿realmente sabes qué tipo de persona sería la ideal para encontrar el amor con ella?

martes, 25 de diciembre de 2012

Cómo no perder el amor en internet

Os hemos dado algunos consejos hasta la fecha para encontrar el amor en internet. Sea a través de un chat, foros o una web para encontrar el amor, internet se ha revelado como una herramienta extremadamente útil para acceder a personas con las que compartir afinidades, vivencias y -quien sabe- enamorarse.

Pero de la misma forma que internet propicia encontrar el amor con suma facilidad, con la misma facilidad es capaz de enviar al traste a cualquier pareja, sobre todo las que no han tenido la fortuna de conocerse posteriormente en persona. Internet es en este sentido un arma de doble filo, capaz de evaporar en segundos cualquier ilusión que en su seno se hubiera podido construir.

La cuestión que subyace aquí es que encontrar el amor en internet es una cosa, pero mantenerlo únicamente a través de internet es una labor muy difícil y a la que pocas parejas sobreviven. Ya hemos dicho en otras ocasiones que internet no sirve para vivir el amor más allá de rellenar momentáneamente una ausencia o servir de puente provisional a ese primer encuentro en persona. Internet sirve para crear enlaces entre las personas, pero tal voracidad a su vez implica la aniquilación de los enlaces ya existentes.

Si no quieres perder el amor que un día conseguiste encontrar en internet, ponle una fecha límite a la parte exclusivamente virtual de la relación, planifica una cita en persona. Sé que a veces es complicado dar ese paso por cuestiones referentes a la distancia, pero si no tenéis una meta alcanzable, un segundo paso que dar, tarde o temprano el espejismo se evaporará y tal como internet os permitió encontrar un nuevo amor en vuestra orilla, lo arrastrará  de nuevo ciberespacio adentro.

Y si -sea por distancias insalvables, dudas irresolubles o por circunstancias que no le has confesado- ese primer encuentro físico no se habrá de producir, pon tú el punto final. Recuerda que encontrar el amor en internet no implica convertirse en una persona distinta. Como siempre decimos, nunca digas o hagas nada que no harías si  tuvieras delante a esa persona especial.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Encontrar el amor en internet: el día después

Si hay algo más bonito que enamorarse es saberse correspondido por la persona que amas. El tiempo se acelera, el corazón se desboca, la boca se seca y quisiera hablar y besar al mismo tiempo... y luego llega la primera despedida y esa maravillosa y eterna noche en blanco en la que repasar todo lo dicho y vivido en ese momento mágico, reinterpretando miradas, reinventando confidencias. El amanecer te sorprende en tu sueño de ojos abiertos y le sobran todas las horas al día para volver a ver a esa persona.

Pero, ¿qué sucede al encontrar el amor por internet, al leer tras la pantalla de un chat o una web para encontrar el amor que esa persona siente lo mismo por ti que tú albergas por ella?¿Es la misma magia?

Por si alguien no ha vivido las dos situaciones para poder compararlas, me permito responder: no, no es lo mismo. Dicho esto, tampoco significa que encontrar el amor en internet sea peor que hacerlo en persona. Meramente es una cuestión de tempo y semántica. Me explico: 

Encontrar el amor en internet no es exactamente encontrar el amor. En todo caso encontrar el amor en internet equivaldría a saber que hay una disponibilidad de dos personas a darse mútuamente la posibilidad de -en un futuro más o menos determinado y próximo- encontrar de verdad el amor en persona. Si ese encuentro se produce y todo funciona como ambos esperan, realmente ese día habrán encontrado el amor y experimentarán las nuevas/viejas sensaciones que describía al inicio de este artículo.

El hecho de que encontrar el amor en internet no conlleve todas las emociones y certidumbres de hacerlo en persona no obsta a que -y en eso guarda gran similitud con éste- la noche siguiente a leer que también eres importante para esa persona al otro lado de la red acabe convirtiéndose en esa maravillosa y eterna noche en blanco.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Internet y el amor perfecto

Encontrar el amor en internet tiene no pocas ventajas: acceder a cientos de miles de personas que como tú están buscando el amor sin ni tan siquiera moverte de tu casa, cribar -si quieres encontrar el amor a través de una web para encontrar pareja- el tipo de candidato/a del que te gustaría enamorarte, relativizar los daños si la cosa se tuerce (sentimentalmente hablando, se entiende), etc.

Internet proporciona además una ventaja adicional que -si lo pensamos bien- no constituye en realidad una ventaja. Dicha falsa ventaja es que la persona de la que nos enamoramos en internet nos parece más perfecta que la persona de la que nos enamoramos en la vida real.

Esto es así por la falta de información que conlleva encontrar el amor en internet. Aunque hayamos visto alguna foto de esa persona (retocada o no), no nos hacemos una idea exacta de cómo es, cómo mira, cómo habla, cómo se desenvuelve, cómo acaricia, besa o hace el amor. Y como no lo sabemos, nos lo inventamos. Y como esa persona con la que llevamos ya una temporada chateanto ya nos gusta, al recrearla en nuestra imaginación tendemos a convertirla en perfecta.

Sucede entonces que comparadas con esa persona con la que hemos encontrado el amor en internet todas las demás personas nos parecen llenas de defectos. Nuestro amor de internet no suda, no huele mal, no titubea, no es bizco. Es sencillamente como nos gustaría que fuese.

El problema vendrá cuando tengamos cara a cara a esa persona cuyo amor hemos encontrado en internet y se parezca más a la foto que nos pasó (y que por cierto estaba ligeramente retocada) que al arquetipo que pergeñamos en nuestra imaginación. Por suerte, las endorfinas y la emoción del encuentro compensarán el pequeño chasco.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Amor desordenado

Pedro ama a Ana, pero no sabe de qué color son sus ojos. Ana moriría por Pedro, pero posiblemente no lo reconocería si se lo cruzara por la calle mayor de su ciudad. No son ciegos, aún los ciegos que se aman tienen más elementos de juicio que ellos. Pedro y Ana supieron un día encontrar el amor en internet.

Ana sabe cómo piensa Pedro, pero no la cara que pone Pedro cuando piensa lo que Ana sabe que está pensando. Pedro conoce la historia de Ana, pero no sale en ninguna de sus fotos. Pedro y Ana supieron un día encontrar el amor en internet. Se aman, sí, pero tienen miedo de no gustarse cuando llegue el momento.

Pedro conoce los sueños de Ana, pero no cómo huele el pelo de Ana. Ana no quiere más caricias que las de Pedro, aunque no conozca el tacto de su piel. Ambos supieron un día encontrar el amor en internet y no desean nada más que sacar ese amor de internet y llevarlo a su vida, a su ciudad, a su jornada.

Encontrar el amor en internet es algo así como desordenar el amor. Los sentidos llegan después que los sentimientos, las sensaciones después de los deseos, el miedo después del amor.

Ana y Pedro se conocerán un día. Saldrá el amor reforzado por la química y la piel, o languidecerá en una amistad que se quedará en promesa. Supieron un día encontrar el amor en internet. Esperemos que no lo pierdan en el mundo real.   


lunes, 17 de diciembre de 2012

Encontrar el amor en la cornisa

Estamos de acuerdo en que a veces el amor surge sin más, sea en internet o en la cola de la charcutería. A veces no se le espera, pero aparece.

Otras, en cambio, somos nosotros quienes propiciamos su aparición, quienes queremos encontrar el amor y lo buscamos de manera activa y consciente en internet y el la cola de la charcutería. En estos casos al amor no sólo se le espera, sino que se le llama a voces.

En este segundo caso, me planteo qué motivaciones o factores desencadenan ese estado que nos impele a querer encontrar el amor. Qué hace diferente a ese día con relación a otros días para situarnos en ese kilómetro cero de nuestra búsqueda del amor, qué nos hace conectarnos a internet con la esperanza de ese encuentro mágico.

A veces se queremos encontrar el amor meramente de una cuestión hormonal (mal que les pese a los románticos incurables), a veces es por contagio (el vecino, la hermana, el amigo, todos se emparejan de pronto), a veces por una simple e incontenible necesidad de dar amor. Los motivos pueden ser tan amplios como los tipos de persona.

Pero, ¿que pasa con esas personas que quieren encontrar el amor porque su vida les pesa y no tienen ganas de seguir así?. No lo neguemos, uno de los factores que impulsan a muchas personas a encontrar el amor es huir de una realidad que no les gusta. Es, como dice el título, querer encontrar el amor en la cornisa, querer encontrar el amor para no tener que saltar o -peor aún- mirar abajo.

Encontrar el amor, sea en internet o en la cola de la charcutería, se busque de manera consciente o aparezca sin que se le espere, nunca nos va a salvar de nuestra vida. Es más probable que sea nuestra vida la que contamine el amor que queremos encontrar, así que tratemos de querer cuando nos queramos a nosotros mismos. 

viernes, 14 de diciembre de 2012

Encontrar el amor en internet es para los feos

Tuve mi primer teléfono móvil cuando casi nadie tenía teléfono móvil. Tenía un trabajo que me exigía estar en la calle la mayor parte del día y a la vez estar en permanente contacto con mis clientes. Recuerdo que cuando el trasto aquel sonaba, todo el mundo me miraba como si de repente me hubieran salido unas desagradables antenas verdes bajo las axilas.

Hoy día me miran con la misma cara de perplejidad cuando les digo que no tengo teléfono móvil.

Hago esta elipsis narrativa para hacer ver que cada vez que surge una novedad tecnológica, hay una horda de inmovilistas dispuesta a criticarla con frases hechas (los cd se estropean antes que los vinilos, el microondas provoca cáncer, facebook es inseguro...). Eso sí, poco tiempo después esas mismas personas que denigraban dichos avances se convierten a ser sus más fervientes seguidoras, pasando a denigrar a los que no los utilizan.

Encontrar el amor en internet es uno de esos avances incómodos que no se libró de su frase hecha, que es la que da título al presente artículo: Encontrar el amor en internet es para los feos. 

Se pretendería basar tamaña barbaridad en que las personas menos agraciadas físicamente preferirían encontrar el amor en internet, para hacer predominar otras cualidades personales por encima de su físico. Como hipótesis es aceptable, pero en caso de aceptarla como buena deberíamos catalogar como feos a casi el cincuenta por ciento de la población sin pareja menor de cincuenta años, que es la que según los últimos  estudios se ha registrado alguna vez en una web para encontrar el amor en internet o ha participado en algún canal de chat encaminado a encontrar el amor.

No os dejéis llevar por percepciones supérfluas. Con independencia de que cada persona puede escoger el medio en que se sienta más cómoda para desarrollar sus atractivos, el hecho cierto es que hoy día, al igual que en el caso de los móviles, los marcianos son los que no utilizan internet para encontrar el amor.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Amar a más de mil kilómetros

Comencemos con una perogrullada: Cuando conoces a alguien que te gusta en una discoteca de tu ciudad probablemente ese alguien -salvo que sea un turista - viva en tu ciudad, y por lo tanto, para el caso de que la cosas desemboque en un amor correspondido, tengáis todas las facilidades del mundo para que vuestra relación sea en su mayor parte presencial.

Pero cuando decides encontrar el amor en internet la discoteca virtual pasa a tener las dimensiones del globo terráqueo, y en consecuencia es bastante posible que esa persona que te gusta se encuentre tras algún océano o cordillera inaccesible con respecto a tu situación geográfica.

Para tratar de evitar estas situaciones,  las webs para encontrar pareja como psicum proveen unos filtros para seleccionar sólo candidatos dentro de una franja geopolítica que el usuario previamente selecciona. Es desde luego la mejor manera de embarcarse -nunca mejor dicho- en relaciones que difícilmente prosperarán, y ya no solamente por la distancia física que todo lo quiebra, no solamente porque internet -como no nos cansamos de repetir- sirve para encontrar el amor, pero no para mantenerlo por sí sólo. Difícilmente prosperarán porque en muchos casos las diferencias culturales entre países distantes, aún unidos por una misma lengua, se hacen patentes a la que el primer periodo de embobamiento que sobreviene a la primera fase del amor desaparece.

Sucede no obstante que encontrar el amor en internet no es como encontrar cualquier otra cosa en internet (o quizás sí). Quiero decir con ello que a veces buscas una cosa y acabas encontrando otra. Y referido al tema que nos ocupa, a veces y sin saber muy bien cómo, te acabas enamorando de una persona con las características que te habías jurado que no debería tener la persona de la que te acabaras enamorando. Y ya metidos en el lío- has encontrado el amor en una persona que chatea contigo a más de mil kilómetros- plantéate a la mayor brevedad posible si alguno de los dos tiene la más mínima intención de instalarse en un país remoto, o si os vaís a ver relegados a la categoría de amor de internet platónico.


miércoles, 12 de diciembre de 2012

El síndrome del chat vacío

Los escritores suelen referirse al síndrome del papel en blanco cuando quieren describir ese aterrador momento en que se enfrentan al inicio de una nueva historia, una nueva novela, un cuento, y simplemente no se les ocurre nada. Es un bloqueo que suele durar horas, días en casos extremos, pero que les sume en un estado de angustia indescriptible, como si no fueran a ser capaces de escribir nunca más. 

Una sensación semejante es la que describen algunas personas cuando tras encontrar el amor en internet llegan un día al chat de la web para encontrar pareja de su preferencia y él/ella no está ahí.

Y no es sólo la ausencia. Es que en esos casos suele darse cuenta la persona que sí acudió a la cita que no sabe apenas nada del amor que creyó encontrar en internet. No sabe donde vive, si se llama como dice que se llama. No sabe si no ha acudido a la cita porque enfermó o porque está casado/a y de repente ha recordado que era su aniversario, o el cumpleaños de uno de sus siete hijos. No sabe si mañana estará o si no estará más.

Encontrar el amor en internet a veces implica verse inmerso en situaciones donde no sabes dónde empieza el espejismo y dónde acaba la paranoia. Desencuentros o equívocos que se saldarían con un abrazo y unas risas en internet pueden dar al traste con cualquier amor incipiente. 

Encontrar el amor, sea en internet o no, implica a veces derrotar todas las dudas que el miedo coloca en nuestro camino. Lo que pasa es que hacerlo sin ver los ojos de aquel/aquella que motiva dichos duelos es a veces especialmente duro. 


sábado, 8 de diciembre de 2012

Si tú me dices ven

Lo habréis escuchado alguna vez: hay personas que se transforman al volante. El educado contable cuya voz no crees haber escuchado nunca se sienta al volante de su desvencijado vehículo familiar y se convierte en un depredador con jaqueca. La complaciente ama de casa doña Enriqueta cuando está conduciendo su coqueto utilitario es capaz de reorganizarle la ortodoncia a un boxeador retirado si considera que no ha respetado el stop que le afectaba.

Pues algo parecido le pasa a algunas personas cuando se trata de encontrar el amor en internet. Personas que en el cara a cara se caracterizan por una timidez casi enfermiza a la que entran en internet se convierten en maestros de la seducción, son capaces de "entrarle" a quien se les ponga por delante, de dos en dos y de tres en tres. Se tornan divertidos, sugerentes, pelín canallas, románticos cuando toca. Se diría que nacieron para encontrar el amor... pero sólo en internet.

- ¿Por qué no quedamos en persona? - les pregunta un día una de sus conquistas.

Y ahí les entra a nuestros/as conquistadores/as virtuales todos los males. Un sudor frío les recorre el espinazo ante la perspectiva de mostrarse tal cual son en el cuerpo a cuerpo.

Y no es cuestión sólo de físico, que más de uno estará pensando que estos romeos y mataharis 2.0 son conscientes portadores de un físico deficiente que les da angustia exhibir. Más bien se trata de la percepción de uno mismo que tiene cada uno. Hay personas que a la hora de encontrar el amor lo fían todo -con o sin razón- a una forma de mirar, una figura, un cierto gracejo, etc. Estas personas posiblemente se sientan más cómodas si se trata de encontrar el amor en el mundo real. 

Pero hay otro tipo de personas que se hacen fuertes desde la retaguardia, que son ingeniosas desde el sosiego, atrevidas en la oscuridad, ellas mismas desde el anonimato. Para estas personas internet nació para encontrar el amor. El problema es que el amor se puede encontrar en internet, pero para desarrollarse y sobrevivir necesita piel.   

jueves, 6 de diciembre de 2012

¿Por qué lo llaman amor...

...cuando quieren decir sexo, un rollo, un divertimento (ponga aquí lo que corresponda)?

Varios centenares de personas personas hablamos la misma lengua (en este caso el español o castellano), pero más allá de los típicos e inevitables localismos, el hecho cierto es que en ocasiones utilizamos palabras idénticas para referirnos a cosas muy distintas.

Y una de esas palabras que se presta a diversas interpretaciones según quien la utilice es "amor", con sus variaciones: quiero encontrar el amor, deseo enamorarme, busco el amor ideal, etc, normalmente vertidas en un medio propenso a la exageración como internet. Hay un verdadero catálogo de personas en internet que no dudan en catalogar de amor cualquier interacción entre dos personas que incidentalmente pueda desembocar en una cama.

Está el que empieza a desgastar el término amor cuando aún no hace ni dos minutos que ha empezado a chatear por internet con una persona y, de hecho y a tenor de las respuestas obtenidas desde la otra terminal, cualquiera podría plantearse si está chateando con una persona o con un choco. Este especímen, etérno romántico que trata de encontrar el amor desde que enciende el ordenador, es capaz de declararse a unas doscientas personas al día mientras en una pantalla paralela investiga los insondables misterios de la pornografía canina en Filipinas. Aún no le has dicho tu nombre y ya te ama, si recibe un email de la agencia tributaria les responde que los ama. Es capaz de dar amor a todo el mundo, sin exclusión y de manera acumulativa, por aspersión.

Está también quien escribe quiero "encontrar el amor en internet", pero no quiere. En el fondo es sólo una pose, como el que dice "quiero morirme" o "quiero que quedemos como amigos". Meramente es una forma de llamar la atención sobre sí (que eso sí quiere, y mucho) y generar un interés, que el resto les regale la oreja (o les ame de manera instantánea, como el del ejemplo anterior) bajo la expectativa de que están receptivos al amor. Son como los mamporreros del amor, pero en cool.

Y por último están los que dicen que quieren encontrar el amor en internet pero lo que en realidad quieren es ver si en caso de que quisiesen encontrar  el amor en internet podrían encontrar el amor en internet. Se trata por lo general de individuos en fase de demolición física (alguno lo llaman la crisis de los cuarenta) que quieren saber si están aún en forma y, como saben que si intentan ligar en persona provocarán una estampida con intervención de las fuerzas del orden, entran en una web para encontrar pareja como Psicum y se crean un perfil falso con el que ligaría hasta un murciélago con halitosis. Son como los fantasmas: a la que quedas con ellos desaparecen.


miércoles, 5 de diciembre de 2012

Encontrar el amor en internet como plan B

He tenido acceso hace poco a un somero estudio sobre los hábitos de los usuarios que quieren encontrar el amor en internet a través de una web de dating (para encontrar pareja, eso del dating siempre me ha sonado raro). Me llaman la atención varias cosas, pero en concreto una: los usuarios de las webs para encontrar el amor se conectan a éstas sobre todo los fines de semana al regresar de sus actividades de ocio.

Dicho más claramente, muchas de las personas que quieren encontrar el amor cuando llega el fin de semana salen a buscarlo al mundo físico y cuando regresan a sus hogares -se supone que sin conseguir el objetivo- emprenden una segunda búsqueda del amor, esta vez en internet.

No deja de ser lógico que si alguien, por su estado emocional, por soledad o por lo que sea ha llegado a la conclusión de que quiere encontrar el amor, lo busque en tantos sitios como le sea posible, desde una discoteca a un chat o una web para buscar pareja. Lo que me resulta llamativo es el orden en que se realiza la búsqueda: primero en el mundo "real" y luego en internet, como si encontrar el amor en internet fuera una especie de plan B por si falla el otro.

Da la sensación de que nadie espera encontrar algo serio en internet, o que cualquier proyecto de amor que surja del ciberespacio ha de ser puesto bajo sospecha. Es evidente que ligar en persona implica tener una serie de certezas que no se tienen en internet, como el sexo (normalmente) y la edad de tu interlocutor. Pero también es cierto que encontrar el amor en internet te permite diseccionar (no me gusta la palabra, pero es para que se me entienda) el tipo de persona de la que te gustaría enamorarte, y disponer de un tiempo y un espacio sin distracciones con el cual posiblemente no contarás en una discoteca, por poner un ejemplo. 

En cualquier caso me gustaría saber vuestra opinión al respecto: ¿consideráis que es más fácil que una historia de amor surja y salga bien si se concibe en persona que si tiene lugar a través de internet?